Trabajar desde casa es algo que venimos haciendo en la Red desde siempre. Las reuniones presenciales son aquellas estrictamente necesarias.
Para mantener al equipo enfocado un ingrediente fundamental es mantener una comunicación activa, siempre fluyendo en todas las direcciones.
El teletrabajo exige un esfuerzo adicional en comunicación para que los miembros se mantengan al tanto de lo que sucede y, por lo tanto, motivados.

Aprendizajes:
- Orden. Fijar procedimientos mínimos para comunicar a los elementos críticos de la cadena. Lo ideal sería que todos nos mantengamos informados del trabajo realizado, sin embargo, hay que ser realista y muy pocas personas leen de forma permanente las cadenas de correos.
- Disciplina. Reuniones al grano. Me encantaría que fueran como las audiencias de la Reina Isabel II y su Primer Ministro (máximo 20 minutos), pero cuando estas reuniones son el único medio de contacto, pueden tomar más tiempo. Lo importante es conservar el foco y terminar la reunión con acciones inmediatas, determinar responsables para cada compromiso y establecer fechas de entrega. Enfoque, siempre.
- Responsabilidad y Confianza: Si el objetivo ha sido definido con claridad (qué se espera y en cuánto tiempo se tendrá el resultado) hay que esperar. Cumplir con la palabra.
- Dar feedback siempre y esperar recibir feedback siempre. Para alguien sensible esto suele ser motivo de conflicto porque siente que está a prueba o siendo observado. Es necesario entrenarse, responsablemente, para actuar en ambos roles. Humildad y actitud de aprendizaje.
Herramientas:
Existen muchas. Hay que utilizar lo que el equipo ya utiliza. Nada supera la simplicidad del correo y el whatsapp. Para compartir información el almacenamiento en la nube y herramientas para videollamadas que permiten compartir pantalla como Google meet es estratégico. Si se requiere resolver algo de manera inmediata, realice una llamada.