De la redacción de la RML
La consultora política brasileña Gil Castillo compartió, este domingo 15 de septiembre, junto a 25 mujeres líderes de organizaciones civiles ecuatorianas para discutir la importancia de involucrarse activamente en los procesos democráticos.
La invitada de la Red de Mujeres Líderes y miembro de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos señaló las motivaciones por las que la ciudadanía rechaza cada vez más la participación política y toma distancia sobre decisiones que inciden directamente en su bienestar.



Citó como ejemplo los resultados de la última contienda electoral en Río de Janeiro, una de las regiones más pobladas de Brasil, en donde el 46,9% anuló su voto en rechazo a las candidaturas y a los casos de corrupción que sacuden a los gobiernos.
El efecto –explica Castillo- es que representantes de otros sectores llegan el poder identificándose como no políticos, pero sus agendas tampoco logran involucrar de forma efectiva a las mujeres.
“Hay cosas culturales, ancestrales, mecanismos dentro de la sociedad que impiden la participación de la mujer en la política porque es un espacio de poder que a muchos les resulta complicado aceptar”, expuso la politóloga ante las representantes de organizaciones como la Unión Nacional de Mujeres del Ecuador, Mujeres Exitosas Ecuador, La Popular, Mujer, ciudad y poder, Fundación Mandaluz, Colectivo de Mujeres de la Universidad Central del Ecuador, Mujeres por Ecuador, Red Mujer Emprendedora Ecuador y Pakta.
Aunque hay mecanismos jurídicos que favorecen la participación de las mujeres, en la práctica los partidos políticos también han hallado la forma de evadirlos. En Brasil, por ejemplo, la legislación destina un 30% del presupuesto electoral a candidaturas femeninas, pero se determinó que las candidatas que recibieron los fondos dedicaron esos recursos para la campaña de sus compañeros.
Sin embargo, Castillo no cree que la solución sea eliminar esos mecanismos de participación sin impulsar a las mujeres a tener un rol más activo. Además propone desmitificar en las organizaciones políticas que la lucha de género es global y plantea la creación de organizaciones propias porque “otra de las limitaciones porque se ha determinado que no pueden conseguir que las mujeres dejen el partido donde militan sus maridos”.
Esta es una de las diversas actividades que impulsará la Red de Mujeres Líderes para continuar con la misión de empoderar a las mujeres en sus derechos y promover su independencia financiera a través de iniciativas productivas sostenibles.