Tamara Ruíz, Directora de Estruktura, habla de su visión sobre la realidad de la mujer en el mundo laboral y el grado de conflictividad en las relaciones.
Cuando mi buena amiga Ana Correa, me pidió ayuda en escribir unas pequeñas líneas sobre si las mujeres somos conflictivas o problemáticas en nuestras actividades laborales me puse a pensar y recordar muchos pasajes de mi vida laboral, en un inicio pensé en escribir algo muy retórico y con un toque serio, pensando en un enfoque hasta científico de si somos o no conflictivas. Me cuesta decir la palabra pero para ser más diplomática y cuidar en no cruzar la fina línea de tinte feminista, creo que los hombres son menos complicados, no se pelean con sus colegas de trabajo y si tienen diferencias las resuelven de una vez y terminado el asunto, no se vuelve a topar el tema o simplemente quedo en una discusión laboral y luego tranquilamente hasta pueden irse a ver un partido de fútbol y tomar unas cervezas.
Nosotras las mujeres me incluyo en este dogma, nos queda el sinsabor de la discordia, pasamos al lenguaje de la indiferencia y es cuando viene toda una vorágine de problemas y consecuencias, no importa la posición podemos ser las colaboradoras más operativas o las gerentes más ejecutivas que somos pinchadas por la mosca de la envidia en temas que pasan de ser laborales hasta la comparación de si somos más flacas, si tenemos el outfit más contemporáneo o hasta si nuestro novio, pretendiente o esposo es más guapo o no.
A pesar de estas diferencias que cuesta aceptar entre un hombre y una mujer, sin duda alguna la compensación de excelentes mujeres profesionales, cumplidoras de sus obligaciones y responsabilidades, exitosas y con mérito de sobra por ser en ocasiones no solo trabajadoras sino madres, hijas, esposas, amigas, estudiantes, dan un mérito y valía por el todo esfuerzo multitask que Dios nos ha dado para multiplicarnos como el pan.
Creo que en algún momento me encantaría poder meterme en el cerebro de una colega y ver la manera de separar las diferencias y no volverlas personales.
Tamara Ruiz, Presidente Ejecutiva de Estruktura, Psicóloga Industrial de la Universidad Católica del Ecuador, con especialización en Gerencia de Recursos Humanos y Diplomada en Alta Gerencia. Con más de 15 años de experiencia en Gestión de Recursos Humanos.